Este trabajo nos acerca al esquizofrénico a través de su mundo de relaciones, dando primero una visión general de la teoría de la comunicación y el doble vinculo para luego analizar la experiencia exterior del sujeto, como base de sus conflictos internos.
Cuerpo y psiquismo se sostienen mutuamente en el proceso de crecimiento de un sujeto, no se conciben el uno sin el otro. En ese proceso, el otro está siempre presente; otros que estimulan o disipan vínculos, otros que miran, tocan, evitan, se mueven…
Si el grupo es la estructura elemental del nivel social, la pertenencia al grupo viene demarcada por la participación en la red de comunicación que lo define. El ajeno, el extranjero, el otro, es aquél que queda excluido de esa comunicación. La comunicación genera al grupo, lo define y mantiene.